Indefensión ante las denominadas catástrofes naturales
Andrea Alejandra Guardia Aguilera
Dir. Tit. Escuela N° 237- Arroyito Senillosa
RESUMEN
La autora se posiciona en el denominado paradigma alternativo para abordar el problema de la indefensión social frente a fenómenos de la naturaleza y plantea que los eventos naturales, aún los inevitables, no son dañinos per se, sino que solo se constituye la catástrofe cuando existen grupos vulnerables sobre los que impacta el fenómeno. Es decir, el potencial dañino del evento está en mejor relación con la organización social, que con el orden natural. Propone, entonces, a partir de un caso concreto: la inundación producida en Neuquén en el año 2014, visibilizar las múltiples dimensiones que deberían considerarse para evitar el riesgo de desastres: sociales, económicas, culturales e institucionales.
PALABRAS CLAVE
Indefensión social, catástrofes naturales, atenuación del riesgo.
Introducción
Desde fines de la década de 1970 proliferaron los análisis de eventos naturales que causan sufrimiento, desolación y desesperación en la población. La mayoría, coloca a los fenómenos o procesos naturales como únicos causantes de situaciones que desencadenan el "desastre". Desastres que no pueden predecirse ni anticiparse, situación que los convierte en algo inevitable, fatal, que se convierte en sentido común cuando, en reiteradas ocasiones, escuchamos frases como "la naturaleza tiene su ritmo". Pero ¿Es solo la naturaleza? Y si no lo es: ¿qué es lo que el humano hace que no puede evitar estas situaciones?
Si nos posicionamos en el llamado paradigma alternativo (García Acosta, 2005), que implica el cuestionamiento de afirmaciones e ideas de sentido común que presentan los hechos como inevitables y abordamos la temática desde las ciencias sociales, más precisamente desde la Geografía, resulta evidente que los episodios gravosos se relacionan más con el contexto en el cual ocurren que con procesos naturales, lo cual nos conduce a otras preguntas: ¿cómo es la organización del humano en el espacio? ¿respeta "los procesos naturales"? ¿le permite a la naturaleza "expresarse" sin interrupciones? ¿hay un trabajo de prevención?
Cómo disminuir el riesgo
La perspectiva enunciada nos permite actuar sobre el potencial peligro de los procesos y eventos que pueden convertirse en amenazas para la sociedad dando lugar a desastre. Desde este paradigma se plantea que "un fenómeno de la naturaleza no es dañino en sí mismo y que solo se concreta como catástrofe cuando existe una sociedad o parte de ella que está expuesta a su ocurrencia y que por sus características estructurales no puede prepararse, hacerle frente ni recuperarse con posterioridad..." (González, 2011, citado en Enseñar Ciencias Sociales con TIC, Clase 1).
¿Qué podemos hacer ante una situación que a veces es incierta y desconocida? ¿Existe alguna manera de lograr, aunque sea, tomar medidas que aminoren los desastres? ¿En qué medida y por cuáles razones somos vulnerables a estos eventos? Como sociedad, qué podemos hacer? Si somos conscientes del poder de la naturaleza y sabemos que ante este poder el humano no siempre tiene defensas, entonces como nos defendemos? Es verdad, somos vulnerables, pero socialmente vulnerables.
Sabemos que podemos pensar la vulnerabilidad social a partir de dos componentes. Por un lado, la inseguridad y la indefensión que experimentan las comunidades, grupos, familias e individuos en sus condiciones de vida a consecuencia del impacto provocado por algún tipo de evento natural, económico y/o social de carácter traumático. Por otra, el manejo de recursos y las estrategias que utilizan las comunidades, grupos, familias y personas para afrontar sus efectos. Es decir es un concepto complejo y multidimensional en el pueden distinguirse varias dimensiones:
dimensión social: condiciones materiales de vida en la sociedad analizada. Trama de organizaciones, materializada a través de instituciones estatales y/o civiles, para responder adecuadamente ante las consecuencias de un desastre. La dimensión social de vulnerabilidad no siempre se refiere a instituciones formales, sino que puede estar relacionada con el nivel de cohesión social que posee una comunidad, medido en las relaciones que vinculan a sus miembros entre sí, y que constituyen el sentido de pertenencia al grupo.
dimensión económica: aspectos que influyen en la calidad de vida. Condiciones de desempleo, insuficiencia de ingresos e inestabilidad laboral que podrían explicar la dificultad o imposibilidad de recuperación ante los daños ocasionados por un desastre.
dimensión cultural: percepciones de la población respecto de la amenaza, las distintas concepciones del mundo (ejemplo de ello son las concepciones fatalistas, el reconocimiento de la capacidad de transformación social o las concepciones divinas de los desastres) que influyen en la forma de reacción social ante la ocurrencia de un desastre.
dimensión institucional: características y limitaciones en el plano de la toma de decisiones políticas; se refiere al nivel de autonomía de una comunidad en la toma de decisiones. Cuanto más autónoma sea una comunidad para tomar decisiones, menor será su vulnerabilidad política, y viceversa.
Para abordar el problema, trabajaremos como ejemplo una ciudad que ha sufrido recientemente inundación. Nuestros objetivos concretos, entonces, serán:
Determinar qué pautas tener presentes a la hora de una posible urbanización.
Analizar las posibles medidas recomendadas en el caso de una inundación.
Determinar la proyección de obras para evitar la inundación.
En este punto seguimos, en una entrevista realizada por Raúl Dellatorre, a la geógrafa Patricia Pintos, para analizar cuáles podían ser las mejores medidas para tener en cuenta a la hora de proyectar una urbanización y pensar en qué sucede, cuándo las medidas se han tomado, y aún así ocurren los desastres.
En el mapa podemos observar que hay dos cuencas hídricas que rodean o surcan el terreno habitado, en este caso la ciudad de Neuquén , uno desciende desde el norte, Río Neuquén y el otro viene desde el sur, Río Limay, que al unirse en el este del territorio forman el Río Negro. Si ingresamos en el portal, podemos acercarnos, y observar que hay una canal de riego que corre casi paralelo al río Limay. Este fue construido con el fin de llevar agua a las chacras (en consecuencia lo acompaña un canal de desagüe), pero con el devenir del tiempo se fueron loteando 1 y comenzó a formarse la ciudad. El canal aún existe, pero todo el tramo que se encuentra en la ciudad no está entubado, y pasa a ser reciclador de desperdicios, desde basura doméstica, animales muertos, hasta artefactos en desuso.
http://www.openstreetmap.org/#map=11/-38.9351/-68.1369
En la ciudad se configuran situaciones de riesgo por tres razones principales: en primer lugar, está situada en la ladera (escalonada) de un valle en la cual se forman topográficamente cursos naturales de escurrimientos superficiales hacia el río y, por lo tanto, propensa a inundarse; en segundo lugar, se encuentra situada sobre un territorio "árido y seco", y en tercer lugar, las características socioeconómicas de la mayoría de los habitantes de los barrios, (que componen tomas y asentamientos sobre estos cursos naturales) permiten identificar condiciones potencialmente desfavorables para la recuperación de posibles daños ocasionados por las inundaciones (condiciones de vulnerabilidad social y económica).
La segunda razón nos da una idea del por qué la ciudad no posee estructuralmente las obras necesarias para afrontar dichos eventos. Sin dejar de lado que es una ciudad que recibe por día cinco nuevas familias que llegan con la esperanza de progreso, y se asientan en una toma o terrenos no habilitados por el municipio. Para darnos una idea de qué sucede cuando llueve podemos hacernos eco del relato del sapo en el cuento de Gustavo Roldán "La creciente", puesto que el agua al bajar arrasa con todo lo que encuentra en su camino.
CONCLUSIONES/RECOMENDACIONES
Si analizamos el fenómeno desde la dimensión social, recordemos que cada barrio posee una comisión vecinal que podría organizar un programa "Ayuda a los afectados en casos de inundación". Como sabemos que la vulnerabilidad social también se manifiesta por el nivel de cohesión social que posee una comunidad, sería importante poner en práctica acciones solidarias. Un indicador importante en el manejo de riesgo se vincula con las formas y niveles de organización social. El sentido de pertenencia a una comunidad, expresado en las actividades cotidianas, especialmente en situaciones de emergencia, es clave para llevar adelante acciones de prevención. Claro que necesariamente debe mirarse la dimensión económica, ya que, además de la necesidad de destinar recursos al efecto, la falta de empleo estable se percibe como la condición que contribuye, en mayor medida, a la dificultad para la recuperación de los daños producidos por las inundaciones. Por ello, es deseable el incentivo a la ocupación mediantes talleres que permitan generar los conocimientos básicos de una especialización (carpintería, albañilería, pintura, etc.).
En cuanto a la dimensión cultural, hace falta el reconocimiento de la necesidad del trabajo cooperativo y organizado a la hora de sufrir las consecuencias de un desastre. Programas informativos sobre el relieve (más información a la población sobre orografía de la ciudad), la reorganización física de la ciudad en futuros espacios destinados al hábitat, como modo de evitar asentamientos que aumenten la vulnerabilidad de los ciudadanos. Finalmente, pensando en la dimensión institucional, desde el municipio se han proyectado bocas de tormenta, limpieza y posterior entubamiento de los canales, lo cuál sería muy importante acompañar con un exhaustivo estudio de la proyección de futuros barrios (urbanización), defensas contra derrumbe, y aludes y programas de concientización social sobre el cuidado y mantenimiento de los drenajes artificiales. También es importante identificar con precisión diagnósticos de vulnerabilidad, técnicamente evaluados y que contemplen la vulnerabilidad socialmente percibida, ya que nos permitirá realizar una evaluación operativa de riegos, útil y necesaria para reconocer las distintas realidades que coexisten en un mismo escenario.
Se puede reconocer que una ciudad altamente organizada disminuye el riesgo del desastre, posibilitando que a la hora de iniciar una recuperación las pérdidas sean menores, y la población se encuentre menos expuesta a la inseguridad e indefensión.
REFERENCIAS
Dellatorre, Raúl. Patricia Pintos: Los barrios cerrados y las inundaciones. Recuperado de http://ar.ivoox.com/es/patricia-pintos-los-barrios-cerrados-las-audios-mp3_rf_3693361_1.html
García Acosta, V. (septiembre-diciembre de 2005). El riesgo como construcción social y la construcción social de riesgos. Desacatos, 19, 11-24.
La casa del agua. Leyendas y Cuentos. Poesías y Canciones. Personajes míticos. Rosario: Aguas santafecinas. Recuperado en marzo de 2017 de: http://www.casadelagua.com.ar/files/login/documentos/mitos_leyendas/cuentos%20y%20canciones.pdf
Piracón, J. y Segal, A. (2014). Clase 1: Las nuevas tecnologías en el marco de decisiones didácticas. Enseñar Ciencias Sociales con TIC. Especialización docente en Educación Primaria y TIC. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.
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La fundación de la ciudad de Neuquén responde al traslado de la capital del territorio nacional a la Confluencia de los ríos. Hecho histórico con fines políticos basados en estrategias de "poblamiento"